El concepto de open banking está redefiniendo la forma en que interactuamos con el sistema financiero. No es solo una tendencia tecnológica, sino un verdadero cambio de paradigma que coloca al usuario en el centro.
Al comprender su estructura, beneficios y desafíos, podemos prepararnos para un ecosistema bancario más abierto, transparente y colaborativo.
El open banking consiste en un modelo de servicios financieros que permite, con consentimiento del cliente, que terceros accedan a sus datos bancarios mediante APIs estandarizadas. De esta forma, experiencias financieras innovadoras están al alcance de consumidores y empresas.
Los usuarios pueden compartir información con fintechs, apps de inversión o plataformas de pagos, optimizando la gestión de sus finanzas y ampliando las opciones disponibles.
El panorama mundial muestra un crecimiento sostenido:
En UK, el sector ya supera las £4,1 mil millones y ha generado más de 4.800 empleos. Organizaciones como el Financial Data Exchange (FDX) impulsan estándares en EE.UU., triplicando conexiones desde 2022.
Varias fuerzas están moldeando el futuro inmediato del open banking:
El open banking aporta ventajas tanto a consumidores como a instituciones:
Cientos de aplicaciones ya aprovechan el open banking para ofrecer valor agregado:
1. Apps de presupuestos que categorizan gastos automáticamente.
2. Pagos instantáneos A2A para cobros y suscripciones.
3. Plataformas de crédito que usan datos bancarios en tiempo real para evaluar solvencia.
4. Herramientas de gestión patrimonial que consolidan cuentas e inversiones en un solo panel.
Aunque el potencial es enorme, existen riesgos y barreras:
Más allá de 2025, el open banking evolucionará hacia open finance, abarcando seguros, inversiones y pagos en un ecosistema totalmente interconectado.
La simbiosis entre sectores permitirá nuevas alianzas entre bancos, tecnológicas y proveedores de servicios, creando una red financiera digitalizada y accesible para todos.
El futuro de la banca está marcado por la colaboración y la transparencia. El open banking no solo transforma procesos, sino que empodera al usuario y promueve la innovación.
Comprender sus fundamentos y prepararse para sus desafíos será clave para aprovechar todas sus ventajas y construir un sistema financiero más inclusivo y eficiente.
Referencias